Dios nos devolvió la vida en un instante cuando otros accidentalmente o inconscientemente intentaron arrebatárnosla…
El valle de Arán, a cuatro horas de Barcelona, nos abrió sus puertas y nos recibió con sus blancas montañas, sus árboles repletos de copos de nieve y la desbordante amabilidad de su gente nos daba la bienvenida para pasar nuestras vacaciones.
Mis hijas y yo llegamos por primera vez a conocer esta hermosa región con un entusiasmo y una curiosidad que nos llenaba el alma de alegría, la noche que llegamos desde Barcelona, nos trajo nuestro querido Paco el conductor quien nos cuidaba y nos llevaba por todo el valle ya cómo si fuera nuestro tío!!!
Comenzamos temerosas a subir sus montañas y los amables monitores de esquí nos llevaban de la mano y nos enseñaban poco a poco a deslizarnos por la nieve que parecía de blanco algodón.
Unos días eran soleados y se nos desborda el alma de asombro por ver cómo brilla a el reflejo del sol sobre la nieve escarchada, otros días nevaba tanto que no alcanzamos a ver ni la punta de nuestros esquís cuando intentábamos bajar por las montañas con tan poca visibilidad…
La penúltima noche salimos mis niñas Veronica, Valerie y yo a cenar después de conocer las encantadoras callecitas de Vielha.
Durante nuestra cena hablábamos sobre cuán felices estábamos con esta experiencia tan espectacular que nos había regalado Dios, la vida y cada una de las lindas personas que nos encontrábamos por este camino desconocido para nosotras, que venimos del lejano Caribe tropical, Colombia.
Paco el taxista muy puntual llegó por nosotras para regresar a nuestro segundo hogar temporal, veníamos eligiendo las mejores fotos para armar un videito que nos recordará lo mejor de cada día, esos días que queríamos tatuar en el alma para siempre…
Nuestro corazón vibraba de alegría, de felicidad y de entusiasmo, estábamos ya subiendo por las montañas escarpadas del Valle de Arán, cuando minutos antes de llegar al Hotel y en medio de la oscuridad, nuestra burbuja de alegría y perfección explotó y voló en mil pedazos; nuestras cabezas estaban aturdidas con una nefasta y espantosa explosión que no sabíamos de dónde venía, nuestros cuerpos como en cámara lenta volaban dentro de la camioneta y se estrellaron violentamente entre ellos como si una fuerza extraña, desconocida y monstruosa, nos intentara sacudir hasta reventar…
La camioneta quedó incrustada contra la baranda de metal como si esta la abrazara para contenernos y no dejarnos rodar por un abismo fatal…
Las bolsas de aire blancas salían como abrazando y conteniendo a Paco, millones de vidrios volaron en mil estallidos como pólvora maldita y cuando todo este impacto se detuvo, solo se escuchaban los gritos como gemidos de una madre adolorida; más en el alma que en el cuerpo desgarrada de dolor y angustia por proteger y salvaguardar la vida de sus niñas…
Yo gritaba como enloquecida mis niñas!! mis niñas!! ¿Están bien? Ellas como unas fuertes guerreras parecía que se habían preparado para este combate que se daba entre la vida y la muerte!!!
Mi Verónica me decía estamos bien ma!! Tranquila!
Mi Valerie me decía lo mismo, pero cuando nos volteamos a ver a Valerie, la mitad de su carita estaba bañada en sangre que rodaba a borbotones por sus mejillas y cuello.
Paco atrapado por las latas y la impotencia, con una serenidad y una valentía increíble logró llamar a la policía y a las ambulancias, mientras que un buen samaritano que pasaba por ahí descendió de su coche para auxiliarnos…
Nos ayudó a abrir la puerta de Valerie y a quitar los restos de vidrios; ella fue la que recibió el impacto casi letal de un imponente Audi rojo, el cual estaba totalmente destruido y abandonado, pues un joven de aproximadamente 21 años bastante ebrio e inconsciente se había dado a la fuga…
Solo veíamos sirenas, ambulancias
humo y olor a quemado; adoloridas y heridas en cuerpo y espíritu, solo queríamos escapar de tan horrenda escena, nuestra mente en shock se preguntaba una y otra vez:
¿Cómo Dios te devuelve la vida cuando los irresponsables inconscientes te la arrebatan presos de sus locuras cristalizadas en alcohol?
Verónica se convirtió en la mujer maravilla con una fuerza y un tesón que nacía de la poderosa fuerza de su espíritu heroico, tomó a su hermana de la mano y le decía resiste respira y resiste…
No puedes desfallecer, no puedes dormirte todo va a estar bien, ella misma aguantando su propio dolor, mientras mi cuerpo temblaba del frío y del terror suplicando a Dios por auxilio y compasión…
Llegaron dos ambulancias inmediatamente, policías, bomberos, guardias civiles, un ejército de ángeles españoles a salvarnos la vida, pues por segundos la habíamos perdido…
Valerie tenía la mirada fija casi sin parpadear, su cara era como un cuadro de terror petrificado, congelado, que solo transmitía angustia diluida en fortaleza y valentía, en fuerza para dar la batalla y no dejarse llevar por el aturdimiento,las náuseas y el frío de la sangre que enjuagaba su bello rostro…
Yo era fiel testigo de cómo mis dos niñas sacan sus mejores recursos espirituales y emocionales para ganarle la batalla al miedo y a la desolación…
Se las querían llevar en dos ambulancias y en ese momento sentí morir, yo le supliqué como niña al paramédico: déjame ir con ellas te lo suplico!!! soy su madre, me dijo lleno de empatía y amor; ¡vamos! Sube conmigo adelante que vamos pronto al hospital.
Yo miraba para atrás y solo veía a dos guerreras luchando por resistir, éramos el mejor equipo teníamos que pelear y ganar, yo tenia solo un arma mi oración y mi fe, y repetía sin cesar:
“Bendito Dios todo poderoso, cuídalas, sácalas y que por tu poder Valerie no tenga hemorragias internas, todo estará bien lo declaro con el poder de mi fe…
Llegamos al hospital como en 10 minutos que parecieron como si estuviera sumergida debajo de un negro oceano que poco a poco nos iba tragando y asfixiando.
Entraron a mis niñas y a mi me detuvieron en la puerta usted no puede entrar por restricciones del covid.
…se llevan a tus hijas, te arrebatan tu vida, tu aire, tu existencia y en ese momento sientes y palpas tu verdadera fragilidad, tu impotencia, tu insignificante existencia…
Quedamos abandonados y tirados en medio de un pequeño hospital desconocido, en medio de una aldea lejana y solitaria, Dios y yo…
No había nadie más, en soledad, en diálogo interno, en súplica, en terror…
Pero esa noche nuestros ángeles guardianes trabajaron muy duro…
Yo alcance a mandar mi locación y la batería de mi celular murió…
Mi esposo Alejandro hacía dos días había partido a Madrid, en medio de una tormenta de nieve que me tuvo preocupada por horas, mientras logró pasar la peligrosa montaña, él impotente desde lejos solo podía mandarnos su amor y su fuerza.
Mi hijo Simón y el padre de mis hijos Carlos; estaban en Colombia, sumidos en angustia, qué horror cómo se vive una tragedia en la distancia, nadie más sabía de este hecho tan lamentable.
Llegó el gran milagro salió la Doctora Yolanda una bella y amable doctora cubana quien me dijo con voz suave y serena:
Mamá y sus niñas están bien Verónica tiene el brazo roto a la altura de la muñeca vamos a enyesar a Valerie no tiene ninguna lesión craneal ni hemorragias internas, procedemos a coser las heridas y a dar analgésicos pues están muy golpeadas…
Paco nuestro conductor querido estaba también fuera de peligro, yo tenía un fuerte dolor en las costillas y el esternón, pero inexplicablemente mis placas de tórax salieron perfectas…
Estábamos todas, las enfermeras, las médicas, las niñas y yo siendo testigos de un absoluto y contundente milagro…
Dios llegó con su corte de ángeles, nadie lo vio, pero todos lo tocamos, comprobamos su presencia y su protección, desde ese instante en el que intenté abrir mi puerta para bajarme del carro; Dios me gritó fuerte en la voz de Vero:
Quieta ahí!! No abras esa puerta no te muevas estamos contra el abismo y mi puerta abría hacia el precipicio negro y profundo el cual me habría tragado en un minuto…
Este relato lo teje mi alma rota y herida, cómo tejió la Doctora Yolanda la piel de Valerie aún en medio de sus gemidos de dolor….
Como una madre herida que se desangra por proteger a sus crías de los depredadores, así me desgarré anoche por dentro, aunque milagrosamente no tenía ni un rasguño; por dentro tenía una hemorragia invisible de esas que no las ves pero que corren por las heridas de tu alma…
Gracias a Dios mi coequipero, gracias a mis amigos, quienes estallaron en llanto cuando pasaron por enfrente a los carros destruidos de camino al hospital, gracias a cada uno de ustedes quien nos ha llamado, escrito, abrazado aquí y en la distancia…
Nuestro obsequio espiritual es regalarles este relato para que comiencen este año 2022 con la certeza de que tu vida se va en un minuto… no lo olvides…
Dios nos devolvió la vida cuando otros accidentalmente o inconscientemente intentan arrebatárnosla…
Esto lo constatamos todos cuando reconocimos los dos coches totalmente destruidos en pérdida total.
Cuando vemos las fotos, helados escalofríos recorren nuestros cuerpos
Otros fueron llamados por Dios ya a su presencia y nuestro llamado final pudo haber sido anoche, en medio de risas y felicidad…
No sabes cuando sea tu momento, a todos nos viene a encontrar
No olvides que la muerte ya viene caminando hacia ti, puede tardar años, meses, horas o segundos en llegar, pero ya viene a tu encuentro por eso pregúntate hoy:
¿Cómo estás viviendo?
¿Cómo quieres estar cuando te la encuentres de frente ?
¿Eres feliz? ¿Quién estás eligiendo ser?
Desde que nací he tenido muchas conversaciones con ella por mi frágil condición de salud y en cada una le he dicho, no estoy lista para partir y dejar este mundo pues aún tengo muchas huellas por dejar…
Mis niñas tampoco lo están y Dios les devolvió la vida en un segundo para vivirla plenamente y hacer de ella lo mejor que les haya sucedido jamás
Vive cada día como si fuera el último pues ella, la muerte viene a llevarte, que cuando tú espíritu se eleve, se vaya tan alto hasta que en regocijo se abrace con Dios su creador …
Aprendimos que la vida es un soplo sagrado de Dios…
En un segundo bajamos al infierno y regresamos a la vida.
Por eso cada una de estas líneas pretende agradecer por la vida de mis hijas, por tu vida y la mía, por la de cada una de las personas que oraron por nosotras y por cada ángel que nos dio su mano en esta cadena de amor la cual nos llena de gratitud eterna
Prometimos regresar a Baqueira y subir a lo más alto de la montaña, sin el miedo del primer día, prometimos elevar una oración de gracias por nuestra vida, prometimos hacer unas fotos divinas en donde brille el sol, el cielo azul y la blanca nieve de algodón, prometimos hacer un ritual de acción de gracias y después dejarnos deslizar por la montaña, cuesta abajo en fe…
igual cómo aprenderemos a deslizarnos por la montaña de la vida.
No es fácil aprender a esquiar pero Arnau nuestro profesor nos enseñó:
Si pones tus ojos en los esquís te vas a caer seguro!
Levanta la mirada y pon tus ojos en el camino y visualiza ese lugar a donde quieres llegar, entonces déjate deslizar, confía y fluye…
Mi píldora para el Alma
La muerte viene caminando hacia tu encuentro, aunque te llevará a un lugar en el que se termina el sufrimiento, el temor y el dolor…
No temas, solo prepárate para ese viaje eterno y sagrado, para que cuando te encuentres con ella le puedas tomar la mano y partir sabiendo que has dejado una huella de trascendencia en el mundo y en las personas que te acompañaron por este paso temporal…
Dios te pedirá tu historia para revisar contigo entonces escríbela de la mejor manera posible!!
Pues tú eres el único autor de tu libro
*Paula Lopez Espinosa
Coach de vida y Escritora de literatura espiritual*
@paulalopez_coachdevida